Nuestras vidas transcurren tan rápido, el tiempo no se detiene y nuestras actividades tampoco.
Los minutos, las horas, los días, los meses y por supuesto los años se escurren entre nuestras manos sin darnos cuenta lo que realmente pasa a nuestro alrededor. Muchas veces perdemos el rumbo, los objetivos se vuelven inalcanzables es por ello que es necesario hacer una pausa y observar el camino que hemos andado, tomar decisiones y retomar el sendero.
Hoy Sandra nos pide que nos detengamos, revaloremos nuestra vida y si es necesario, redirigir el camino.